::TOROS CATALANES por Bruno Marcos::

Los nacionalistas catalanes, con el inconsciente duramente herido por ver lucir en sus calles la bandera española con el triunfo de la roja, no han querido irse de vacaciones sin imponer su prohibición más acendrada que no es la de los toros sino la sentirse español en sus predios.
La chiquillada es colosal y con maneras chulescas, de democracia mala como la que llevó a la muerte a Sócrates o al poder a Hitler. Esto es nefasto pero no lo peor que verán nuestros ojos, han de venir muchas otras calamidades con la debacle de los nacionalismos.
Que Cataluña pueda ser Kosovo, posiblemente, incluso podría llegar a ser Albania. Las urnas empiezan a despejar el síndrome de Estocolmo de generaciones de charnegos a las cuales el lavado de cerebro, la marginación y algún que otro privilegio económico respecto a sus primos hispanos, no ha convencido del todo.
Los toros se acabarían antes por defender al hombre más que al toro, por las cogidas. El nacionalismo odioso, viejo, paleto y coercitivo se acabará cuando esté asociado a empobrecimiento económico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario