Bruno Marcos.-Veo en tus fotografías desde Alepo la presencia humana en primer plano y la catástrofe como una escenografía. Da la sensación de que la civilización se fuera derruyendo en torno a esas figuras pero que ellas se mantienen de pie pese a ello. ¿Cómo es la reacción psicológica de la gente?¿Cómo acepta ese derrumbe?
JM López.-Como en todas las guerras la población civil es la que más sufre el conflicto, más aun en esta donde la mayoría de los 60.000 muertos son gente que iba a las manifestaciones, estaba en sus casas, en el colegio o haciendo cola para comprar el pan. Muchos de ellos se preguntan qué han hecho para merecer esto y todos ven el futuro sin Bashar Al-Assad y con mucho escepticismo.
Pese a todo se esfuerzan por recuperar la actividad y llevar una vida lo mas normal posible, por ponerte un ejemplo hace un par de semanas nuestro traductor se caso con su novia precisamente por eso.
B.M.- ¿Cómo es el día a día de un reportero gráfico en medio de un conflicto?¿Existe alguna protección o estáis igual que la población expuestos a todo peligro?
B.M.- ¿Cómo es el día a día de un reportero gráfico en medio de un conflicto?¿Existe alguna protección o estáis igual que la población expuestos a todo peligro?
JM López.-Aquí nuestro trabajo consiste en levantarnos temprano y salir a la calle a buscar información sobre algún tema o ir al frente, normalmente acompañados por un “fixer” que hace las veces de conductor y traductor, luego volver a casa (aquí no hay hoteles, yo vivo junto con otros periodistas españoles y extranjeros en un piso que nos alquila un sirio) preparar las fotos y tratar de conectarme a internet vía satélite para mandar las fotos a la agencia France Press con la que estoy trabajando.
En el día a día para movernos por la ciudad básicamente estamos expuestos a los mismos peligros que el resto de la gente porque las bombas no distinguen entre civiles, militares o periodistas.
Cuando vamos a algún frente solemos llevar chaleco antibalas y casco, equipamiento que no tiene ninguno de los rebeldes.
B.M.- Pero al principio fuiste como freelance, ¿No? ¿cómo empiezas atrabajar con France Press y de ahí a la portada de El País?
JM López.-Trabajar para France Press no es incompatible con ser freelance. De hecho las agencias trabajan con un personal de plantilla pero también con muchos más freelances sencillamente porque les salen más baratos, normalmente un periodista freelance se tiene que hacer cargo de los gastos.
En mi caso empece a trabajar con ellos un buen día que les mandé las fotos del asalto a una base militar del régimen por parte de los rebeldes, era un punto estratégico importante en las comunicaciones entre Alepo y la frontera con Turquía.
Trabajar para una gran agencia como es France Press te permite ver publicadas tus fotos en periódicos de todo el mundo, no sólo El País, sino tambien New York Times, The Guardian, Le Monde y muchos otros.
B.M.-Las fotografías del manicomio donde los pacientes han sido abandonados recuerdan a las pinturas negras de Goya. Me imagino que ha quedado más visibles lo más débil de la sociedad.
JM López.-Evidentemente la gente que padecia una situacion precaria antes de la guerra ahora se ha visto agravada, así como mucha gente que tenía su casa y su trabajo lo ha perdido todo y están sobreviviendo en un campo de refugiados.
B. M.- Me han llamado mucho la atención las fotos en las que hombres armados perforan la pared de una habitación para introducir el cañón de un arma. Simbólicamente parecería una guerra que surge desde los hogares contra un sistema que estaba fuera.
JM López.-La guerra empezó con manifestaciones pacíficas en distintas partes del país que fueron duramente reprimidas por el régimen.
La gente pedía más libertad de pensamiento y que cambiaran las estructuras de poder, a cambio recibieron disparos y el número de muertos empezó a crecer.
B.M.- El conflicto de Siria es la pesadilla de aquel sueño de la primavera árabe. ¿Se arrepiente la población de haber intentado llevarlo a la realidad?
JM López.-La sensación que he tenido con la gente que he hablado es que la gran mayoría no se arrepiente de haber iniciado las protestas, lo ven como un precio que hay que pagar para alcanzar la libertad y no dudan de que el régimen tarde o temprano caerá.
B.M.-¿Qué se siente al sacar fotografías de los combatientes muertos?
JM López.- Al sacar fotografías de personas muertas ya sean civiles, rebeldes o soldados del régimen se siente el drama de la guerra porque ninguno de ellos debería estar muerto.
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