::ESPAÑA: LOS PUTREFACTOS::




Foto.Darío Marcos

Bruno Marcos.- Da la sensación de que España hubiera sido estos años un magro puchero que ahora se tornara putrefacto. Los putrefactos de los que hablaran Lorca y Dalí eran los anticuados, cursis, retrógrados, blandos y patéticos, los putrefactos de hoy serían los ricos, los que tienen trabajo, los que visten bien y se compran caprichos, con una crisis tan contumaz todo se vuelve una frivolidad, una cursilería. ¿Es posible que sólo los políticos y los putrefactos sean los culpables?
Alfredo Puente.-Lo verdaderamente putrefacto es esa necesidad eterna que tenemos de buscar culpables, desayunar "maniqueismo". En las últimas décadas lo único que hemos tenido magro ha sido la ética, personal y colectiva, fruto de haber destruido casi cualquier espacio y tiempo para la educación. Seguimos midiendo si robar uno es menos nauseabundo que robar mil, eso es hacer pedagogía de la miseria. Pertenece por igual al rico, al pobre, al pusilánime y al gestor. La distinción que buscas pertenece al orden de quién tiene el poder, quién no. No tiene porqué coincidir con los actores que propones. Además, lo putrefacto solo nos escuece aún, como grupo, por contraste, sobre todo estético, por el recuerdo de lo que creímos ser, pero ¿cuál era la comparación?, ¿la sociedad del bienestar acaso?, ¿aquella que nos permitía subarrendar por cuatro años cualquier bien material o moral?  Descomponerse es parte de un ciclo que genera vida. Lo único insoportable es la pérdida de capacidad para distinguir entre lo aceptable y lo inaceptable.
B.M.- Del latín corruptio, com-rumpere, "destruir", "arruinar", "enturbiar", "echar a perder", "seducir", "sobornar", "falsificar", "viciar", "depravar". Parece que la corrupción partiese de algo previamente sano. La corrupción de las costumbres es un cambio, un empeoramiento, un mal que, por otro lado, surge desde el interior. ¿Quiere esto decir que los que más escandalosamente hieden ahora, los putrefactos, no lo fueron antes?
A. P.-Parece ingenuo pensar que esa corrupción admita un análisis científico, un antes y un después de una enfermedad que pudiese ser reversible, detener la enfermedad, encontrar la cura. Si lo corrupto pertenece a un orden ético significa que se refiere a algo o alguien que se ha o ha sido despojado de unos determinados valores. Reintegrar esos valores no pertenece al ámbito de la ciencia.
B. M.- Hoy se habla incluso de que el presidente está también corrompido. ¿Es posible que la putrefacción se produzca al entrar en la clase política o no será toda la sociedad la putrefacta?
A.P.- Obviamente no es algo que afecte sólo a un cargo electo. Eso es algo circunstancial. Me afecta más, a título personal, la que impide que un futuro ciudadano que hoy tiene cinco años pueda recibir una educación que no le empuje a quedar retratado en una portada chabacana el día que sea presidente. Esa situación tiene que ver con la existencia entendida como un producto de consumo, algo basado en la rentabilidad pero con un perverso sentido del valor.

1 comentario:

  1. La corrupción ha llegado a unos extremos ya que a todo el mundo le parece normal, convivimos con ella y la ética que nos enseñaron nuestros profesores la recitaban como papagayos, ni ellos mismos se creían una palabra. Yo lo único que sé es que no paso de mileurista y me ha tocado llevar la contabilidad de varias empresas y multinacionales utilizando las últimas aplicaciones informáticas del mercado(módulos SAP FINANZAS, NAVISION FINANCIALS, y muchos más) cuando todo el mundo ha visto los documentos contables del tal Bárcenas publicados en prensa estos días, que están hechos con lápiz y papel. Lo que está claro es que no hace falta mucha preparación para llevar la contabilidad de partidos políticos como el PP, basta un lápiz y un papel y saber sumar y restar un poquitín. un saludo.

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