::EL RETORNO DE LAS AMAZONAS por Jesús A. Marcos::

Mírenla, ahí está, segura de sí misma, tranquila. Es la Pentesilea del siglo XXI, la nueva reina de las mujeres duras, Frau Angela Merkel. Quizá no haya existido nunca la Amazonia, pero las amazonas siempre han estado entre nosotros, dispuestas a intervenir, a mostrar la fuerza de su determinación y la radicalidad de su estilo. Paradójicamente, la emancipación femenina ha abierto el camino para acceder al poder a las mujeres conservadoras. En los grandes países europeos y en Norteamérica parecen tenerlo más fácil que las liberales. Comenzaron con la ínclita Thatcher, capaz de tumbar a cualquier cosa, desde sindicatos a armadas, y ha culminado con la dulce Merkel, dispuesta a limpiar de incompetentes el mundo entero. Sin embargo, Segolène Royal o Hillary Clinton, las otras, no han cuajado nunca. Europa reclama mano dura y desconfía de los hombres y de las mujeres amamantadoras. Se acabó el pecho nutricio del estado, se acabaron la memez y la blandura. Las amazonas combaten a cara descubierta, cercenan, disminuyen, mutilan y recortan. Nacieron para la lucha y extirparon su propio pecho para apoyar el arco en la batalla. En el mejor de los casos, nos darán la mitad de lo que antes recibíamos y, si es necesario, nos atravesarán el corazón con la seguridad de que están haciendo lo que deben hacer.

Y entre nosotros también se alzan con determinación, dispuestas a controlar el poder en cuanto descubran la brecha por la que penetrar en él. Aguirre y Cospedal son nuestras amazonas. Ejecutan como nadie los rituales de la extirpación y del recorte. Sin embargo, aún no están en la cima. Pero Cospedal es joven y fuerte y tiene la posibilidad de una larga carrera. Incluso se unen en ella, como se creía que ocurría en las míticas mujeres, la belleza y el semblante grave y adusto.
Se contaba en la antigüedad que Teseo, rey de los atenienses, las había derrotado. Quizá por eso, por afán de venganza, la nueva Pentesilea, la nueva Hipólita, ha cargado en primer lugar contra Grecia. Las amazonas han vencido esta vez sin ningún problema. Ni los atenienses son los que eran ni hay ningún Teseo al frente de sus tropas. Y en el resto de Europa tampoco parecen abundar los héroes capaces de pararlas.

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