::MUSEO NIHILISTA COCONUT por Bruno Marcos::

Ya se han pasado. Han tocado lo más sagrado. Emilio Restrepo, el vigilante de museo y joven artista, para la realización de un cortometraje que quería presentar al concurso de la Diputación de Cuenca parodia la escena de Bergman en El Séptimo sello en la que Max Von Sydow juega una fatal partida de ajedrez con la muerte.
La iconoclastia de la generación a la que pertenecen los de la muchachada no deja títere con cabeza. Seguramente se debe a la existencia de una trombosis generacional. La nuestra, la generación de la muchachada ha sido confinada en el humor nihilista. El ejemplo está en el salto que se produce desde Zapatero a Leire Pajín sin más explicación que el capricho histórico.
Declara Emilio: "Para mí el arte es una movida mu gorda..."(Sic). Y efectivamente hay ingenuidad y estupidez a partes iguales pero también pasión, quizá una reverberación de la movida y en la movida una de lo cañí: Todo iba a ser una fiesta...
Museo Coconut no sólo nos plantea que el director de un museo de arte contemporáneo es una persona vil e idiota o que el vigilante sea un rematado imbécil sino que el mundo es un lugar de tontos donde, se haga lo que se haga, se acaba apareciendo ridículo, incluso siendo tan serio como Bergman.

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