::CUI PRODEST “NO LES VOTES” por Bruno Marcos::

Las emergencias revolucionarias de los últimos tiempos en el mundo árabe parecen haber contagiado a nuestro país y asistimos a unas protestas enigmáticas que no consiguen desprenderse de un aire bufo. Algunos han acampado en la Puerta del Sol como si esta fuese la plaza egipcia de Tahrir y paradójicamente se exhiben las mismas consignas: “Democracia real ya”, como si el estado en el que viviésemos no distase en nada de los de Mubarak o Gadafi, y lo que allí, en Egipto o en Libia, tenía un sentido vivo aquí lo tiene irremediablemente laso.
Cuánto confundirán estas manifestaciones españolas a aquellas gentes que, con una papelera por casco, resistían las lluvias de piedras y los embistes de camellos. "Pero –se dirán– qué piden esos españoles si lo que nosotros deseamos es lo suyo"
Tal vez debería gritarse algo así como: “Mejoremos la democracia”, o “Esta democracia no” o “Seamos realistas: La democracia no es un sistema perfecto”, o “Los políticos hacen lo que pueden: Pongamos a otros que puedan más”
Pero la indefinición de ese movimiento viene de la mano de un nolesvotes, al PP, al PSOE y CIU cuya genealogía radica en la negativa de los internautas a la ley Sinde. Hoy un representante de esta plataforma aclaró en la radio que con el nolesvotes no pretendían que la gente no votase sino que se lo pensase mejor. Otros de ellos dicen que va la cosa contra el bipartidismo, y otros contra las hipotecas.
¿Y a quién beneficia que no se les vote, cui prodest? Evidentemente a los partidos minoritarios que tendrían más poder a través de pactos de gobierno. Con ello tendríamos servida la contradictio in terminis, si pedimos más democracia cómo es posible que sea más democrático que fuerzas con muy pocos votos obliguen a otras en determinadas acciones políticas. Para eso los eslóganes podrían ser :“La democracia llevó a Sócrates al cadalso y a Hitler al poder: obremos el gobierno de la minoría”, o, incluso, la de Sawa “Demonarquía, gobierno de las ranas, aristarquía gobierno de los cisnes”.
Si esta brote de acné revolucionario de poco voltaje viniera bien armado podríase ver la deslumbrante chispa de lo histórico como percibimos algunos en el de Tahrir. Las revoluciones nuestras posibles pasan por un compromiso cotidiano con la construcción de un discurso más allá de la retórica, con usar, primero, los medios de los que disponemos y despoblar el cinismo. Acampar en la puerta del sol es una acción retórica y, lo peor, intrascendente si no se la dota de contenido "real" como esa democracia "real" que se demanda. Las listas abiertas o la reforma electoral son cosas que vienen reclamando UPyD o Izquierda Unida desde que sus votos no les son suficientes. En la carta de José Luis San Pedro se apunta el objetivo, que la economía no esté por encima del estado, pero es que eso, probablemente, nos obligue a asumir que en lugar de ser más ricos seremos más pobres, que en lugar de vivir un mundo fantasmagórico producido por las hipotecas habremos de habitar otro más "real".
Que la vida política española es putrefacta es evidente, que hay infinidad de motivos para no votarles también y que, seguramente, la ciudadanía esté por delante de la política por supuesto, pero lo que este nolesvotes debe iniciar es una sustitución de la política por lo político, como ocurrió en Tahrir.
Es hora de hablar sin tapujos de los problemas intrínsecos a la democracia, no de los malos actores de la democracia sino de sus defectos sin que se nos tache de nostálgicos del fascismo. Si ya Platón dejara dicho,“O gobiernan los sabios o los políticos se hacen sabios” era por algo.

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