::BIENAL CANÍBAL por Bruno Marcos::

Es posible que las bienales de arte contemporáneo estén en crisis, que sea un formato cadáver desde hace tiempo pero lo que se propone desde la Bienal de Murcia no puede ser un síntoma de recuperación sino más bien de agravamiento, una especie de delirium tremens que siempre tiene lugar en la periferia.
Se trata de una serie encadenada de intervenciones artísticas que van transformando y adueñándose -o destruyendo- las intalaciones de artistas que se han montado antes.

Si no fuera porque la estupidez lleva enseñoreada del arte contemporáneo tanto tiempo uno se vería sorprendido y qué sé yo... si lo llevasen a cabo algunos marginados en un hangar, o un grupo de despistados tal vez me encantase, pero como bienal, como arte oficial, con aparato mediático, es deplorable...

El caso es no permitir a los artistas que creen un discurso individual y profundo -que crezcan- para sustituirlo por una especie de eventosidad social, una majadería de comisarios y gestores analfabetos que se amparan en una supuesta novedad vieja hace ya mucho tiempo.