::POESÍA DE LO EFÍMERO por César Reis::


En La cultura (Santillana, 2006), ese moderno manual para eruditos a la violeta, Dietrich Schwanitz recomienda al hombre culto, o al que pretenda pasar por ello, no ver en absoluto la televisión y, si lo hace, al menos no admitirlo públicamente. Hace cosa de un año Bruno Marcos me mostró un vídeo colgado en YouTube, rodado en 1928 por Feliciano Vítores, en el que se veía a “Ramón” por antonomasia –Gómez de la Serna– representando su monólogo del orador. Sin dudarlo lo envíe por e-mail a todos mis amigos. La mayoría ni siquiera contestaron. Los que sí lo hicieron mostraron su incomprensión ante ese señor extravagante y con voz de no-do que exhibía un absurdo monóculo sin cristal y un ridículo dedo de cartón piedra emitiendo sandeces –“genialidades” hubiera dicho yo. Un año después, en la cercanía del fin de año, recibo por correo un envío similar. En él se ve a un tierno efebo sumergido en una bañera tal como Dios lo trajo al mundo. Desconozco la razón de ser de todo esto, de este nuevo vídeo que circula por la red. Tal vez algún absurdo concurso de la cadena que se nombra. Su afectado discurso resulta para mí tan incomprensible como para mis amigos –¿puedo seguir llamándolos así?– resultaba el de Ramón. Sin embargo, creo que sólo ahora he llegado a entenderlos. El espectador como mirón de sí mismo y de los otros se presta al juego televisivo en pos de unos leves y warholianos minutos de fama. Aunque algunas de las referencias que hay en este nuevo vídeo son claramente reconocibles, incluso para alguien que confiesa ver la televisión tan poco como yo, la mayor parte se me escapa. C’est la vie. Al menos la performance de este impúdico muchacho, ese discurso abstruso para mí, está cargada de cierta poesía de lo efímero, de cierta melancolía de lo factual, de ese presente que ya es pasado, también de cierta afectación dramática, de cierta mise en scène –ese pellizco a la copa de champán– que no lo salvará, sin embargo, de una innegable y más que previsible caducidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario