::2013 O EL AÑO DE LA ESTUPEFACCIÓN por Susana Herman::


La pasada noche no pude pegar ojo. Mientras intentaba imaginarme el futuro, el corazón se me aceleraba. Y lo más inquietante de todo es que, junto a imágenes que pertenecen a mis miedos y obsesiones personales, asomaban las caras de Ana Botella, José Ignacio Wert y Mariano Rajoy. En serio. No es extraño que no haya conciliado el sueño hasta pasadas las cinco de la mañana.
Dudo que a estos personajes les provoquen insomnio las lamentables situaciones que crean ni que se cuestionen si su gestión aporta algún beneficio al bien común. No me imagino a Ana Botella
meditando en mitad de la noche sobre esa famosa frase suya, una de las perlas políticas del 2013: "El PP y la reforma laboral son lo que más progreso han traído a la humanidad". O a Wert dudando sobre si realmente la alta estima que se profesa a sí mismo está justificada: "Yo solo tiro la toalla cuando salgo de la ducha".
Mariano Rajoy ya apuntaba maneras poéticas en 2002, cuando, ante la crisis del Prestige, declaró que lo que salía del barco eran "unos pequeños hilitos solidificados, plastilina en estiramiento vertical". Pero fue el pasado mes de junio cuando consiguió erizarme el vello al manifestar en tono solemne: "Este año será mejor que el pasado, pero peor que el que viene". 
Dijo una vez el actor Alain Delon —anoche se sumó a este desfile de caras y citas, y gracias a él logré conciliar el sueño y confiar de nuevo en la humanidad— que lo peor de los complejos de inferioridad es que los tienen las personas equivocadas. Cuánta razón.

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